miércoles, 25 de abril de 2012

¿QUE ES UNA ESPIROMETRIA?


 1. ¿Qué es una Espirometría?
Se conoce como espirometría la determinación, mediante un espirómetro o un neumotacógrafo, de los volúmenes pulmonares (espirometría simple) y la rapidez con que estos pueden ser movilizados (flujos respiratorios)(espirometría forzada).
 
Existen dos tipos de espirometrías: simple y forzada. La espirometría forzada proporciona información de mayor relevancia clínica, mientras que la espirometría simple complementa a la primera. Ambas pruebas se hacen de forma consecutiva.
 


En la espirometría simple se solicita al paciente que tras una inspiración máxima, expulse todo el volumen de aire que sea capaz, utilizando para ello todo el tiempo que necesite de ahí el nombre de espirometría simple o no forzada. Por el contrario, la espirometría forzada implica solicitar al paciente la expulsión de todo el aire que contenga en sus pulmones tras una inspiración profunda en el menor tiempo posible (forzada). La información que se obtiene de cada una de estas técnicas es diferente.


2. ¿Cómo se realiza una espirometría?
El paciente debe haber suspendido previamente la medicación broncodilatadora y habitualmente se pide que permanezca en ayunas.

Para realizar la espirometría el paciente simplemente tiene que seguir las instrucciones del técnico e intentar colaborar lo mejor posible sin ponerse nervioso.

En primer lugar el paciente debe sentarse en una silla en la postura correcta, verticalmente y con los pies firmemente asentados sobre el suelo, se le hace respirar a través de la boquilla del espirómetro, manteniendo bien cerrados los labios alrededor de la misma, el paciente debe llevar unas pinzas nasales para que el aire no se coja ni se escape por la nariz. Una vez cómodamente sentado se solicita al paciente que realice una inspiración máxima y que a continuación expulse por completo el aire de sus pulmones utilizando todo el tiempo que necesite, el registro que se obtiene mediante esta maniobra es el de una espirometría simple.

Finalizada la espirometría simple se realizan las maniobras de la espirometría forzada, es la misma técnica sólo que en este caso tras la inspiración profunda se solicita al paciente que expulse el aire lo más rápidamente que pueda y hasta donde pueda.

Se deben realizar al menos tres maniobras que sean reproducibles (con valores muy similares) y la mejor de las tres es la que se considera en la evaluación del paciente.

Las mediciones espirométricas son dependientes del esfuerzo; por tanto es absolutamente esencial animar al paciente para conseguir determinaciones válidas.


 3. ¿Qué mide una espirometría?
 Los parámetros más utilizados de una espirometría forzada son:
Capacidad vital forzada (FVC); que es la cantidad de aire expulsada enérgicamente tras un esfuerzo inspiratorio máximo.
Volumen espiratorio forzado en el primero segundo 1 segundo (FEV1); que es la cantidad de aire expulsada enérgicamente en el primer segundo.
La velocidad máxima del flujo mesoespiratorio (FEF 25-75); que es la velocidad del flujo aéreo durante la mitad media de la prueba de la FVC (es decir, el 25-75% de la FVC).

A continuación las mediciones espirométricas se comparan con los valores previsibles para la talla, la edad y el sexo. La mayoría de los espirómetros proporcionan ya de forma automática en % las diferencias entre los valores reales del paciente y los teóricos que le corresponden.
En la espirometría simple los parámetros más útiles son:
  • Capacidad Vital; que es el volumen de aire que se elimina lentamente de los pulmones en una espiración máxima
  • Capacidad Residual Funcional; que es el volumen de gas que permanece en los pulmones después de una espiración normal, no forzada.
  • Capacidad Pulmonar Total; que es el total de aire que se encuentra en los pulmones incluyendo el que no se puede eliminar.  
Estos valores se consideran normales cuando son de un 80% o más del valor que tendría una persona sana.
 
 
 4. ¿Para qué sirve una espirometría forzada?
Es una exploración imprescindible y fundamental para la confirmación del diagnóstico de EPOC, así como para valorar la intensidad de la enfermedad. Se utiliza por tanto, para orientar el pronóstico y el tratamiento del paciente con EPOC. Además en las sucesivas revisiones es útil para comprobar la evolución de la enfermedad.
 
Por otro lado, antes de la cirugía torácica o abdominal de un paciente con EPOC ya diagnosticada se debe realizar una espirometría para valorar el riesgo de la anestesia y la operación del paciente y ajustar la medicación si fuese necesario.
 
 
5. ¿Qué condiciones se deben cumplir para realizar la espirometría forzada?
La espirometría forzada se ha de realizarla siempre por un técnico cualificado, ya sea personal médico o de enfermería, lo cual significa una preparación específica. 
 
El paciente debe cumplir una serie de condiciones:
  • No debe fumar en las 24 horas previas a la realización de la prueba.
  • Evitará la ingesta de estimulantes del sistema nervioso central como el café o el té, y/o depresores del mismo, como el alcohol o determinados medicamentos como los tranquilizantes o los utilizados para poder dormir (hipnóticos).
  • Suprimirá el uso de ciertos aerosoles utilizados precisamente para modificar el tamaño de los bronquios (salbutamol y demás fármacos de la familia), como mínimo 6 horas antes de la prueba, y las teofilinas (unos comprimidos que frecuentemente toman los enfermos respiratorios crónicos) un mínimo de 12 a 24 horas antes. Si se tiene duda sobre el uso de cualquier medicamento previo a la realización de la espirometría, lo mejor es que se consulte con el especialista.
Ha de indicar siempre la posible eventualidad de una alergia medicamentosa, debe avisar si está tomando anticoagulantes orales o si padece de alguna enfermedad infecto-contagiosa.
 
 
6. ¿Tiene riesgos?
En muy raras ocasiones la espirometría se complica. La espirometría es un procedimiento sin riesgos, pero en ocasiones pueden aparecer reacciones adversas, por lo que antes de hacerse esta prueba han de valorarse adecuadamente los potenciales riesgos y beneficios.
  
La espirometría forzada no se debe realizar nunca en las siguientes situaciones:
  • Expulsión de sangre con la tos (hemoptisis) de origen desconocido.
  • Neumotórax.
  • Inestabilidad hemodinámica (difícil control de la tensión arterial), angina de pecho o infarto reciente, u oclusión de una arteria pulmonar con un coágulo de sangre (tromboembolismo pulmonar).
  • Dilataciones anormales de las arterias (aneurismas) torácicas, abdominales o cerebrales.
  • Cirugía ocular reciente (por ejemplo: cataratas) o desprendimiento de retina.
  • Presencia de una enfermedad aguda que pueda interferir con la correcta realización de las maniobras (por ejemplo: náuseas, vómitos).
  • Cirugía torácica o abdominal reciente.  
 7.Consejos para el paciente
Es importante que el paciente no se asuste ni se ponga nervioso cuando el técnico que realiza la prueba grita o incluso da un zapatazo en el suelo o un golpe a la mesa, se ha demostrado que con ello se estimula al paciente al eliminar el aire de forma brusca o para que haga correctamente la maniobra de esfuerzo.  
 
Es un examen muy facil que aporta una informacion valiosa sobre la salud pulmonar en sus trabajadores , sobre todo para aquellas empresas donde existen factores de risgos respiratorio
 
 
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